El 26 de febrero de 2021 cumplimos seis años volando juntos: seis años y parece que fue ayer cuando AESA nos certificó como operadores aéreos. Seis años donde han cambiado tantas cosas, que parece mentira que por aquel entonces no hubiera operadoras de drones, ni casi tan siquiera escuelas para formar a los pilotos.
Toda una aventura que nos cuenta César Antón, fundador y gerente de SKYDRON.
Me saqué el título de piloto de aeronaves no tripuladas, con un master en piloto de emergencias en noviembre de 2014 y luego tardé tres meses en montar la empresa.
¿Por qué tardé tres meses?
Porque era algo totalmente novedoso, ya que fue en julio de 2014 cuando salió la primera normativa de drones y se aprobó en septiembre de ese mismo año. La novedad era tal que no había operadores aéreos de drones, ni por supuesto asesorías de drones que te preparasen la documentación como ahora. Ya solo por eso tardé dos meses en preparar el manual de operaciones para que lo aprobara AESA.
Y es que había que mirar al detalle la normativa recién aprobada, leerse detenidamente todos los apéndices, documentar la caracterización de la aeronave, mi primer dron, un Inspire 1 de DJI: en definitiva, todo el proceso de elaboración de la documentación fue muy laborioso, pero acabé presentándola y la aprobaron en enero de 2015.
Mi experiencia por aquel entonces fue compleja simplemente porque no había precedentes. A día de hoy te puedes sacar ya el curso prácticamente on-line. Y sin embargo, yo estuve dos meses en Huesca, en la Escuela Aeronáutica de Monflorite, en el Aeropuerto de Huesca Pirineos, en una academia aeronáutica formándome para ser piloto de drones, porque lo cierto es que había muy poquitos sitios en España donde poder sacarte el título.
Recibía clases teóricas por la mañana, y hacíamos clases prácticas por la tarde, aprendiendo también a montar mi propio dron. Para las prácticas sobre el terreno hicimos trabajos de emergencias, en altura, de socorrismo, por si en algún momento teníamos que utilizar los drones en emergencias. Y es que el master de pilotaje estaba orientado a ello, haciendo buena parte de la formación con ejercicios con los bomberos de San Sebastián y la unidad militar de emergencias. Dos meses de intensísimo trabajo con drones y formación totalmente extraordinaria que ahora, con el paso del tiempo, agradezco enormemente.
Y así, después de aprobar el curso, allí que me puse a preparar y presentar la documentación. Mira que estábamos en 2015 e internet y los servicios en línea eran bien habituales en muchos terrenos, pero para presentar la documentación a AESA había que hacerlo por escrito y por supuesto mediante correo ordinario.
Luego, en febrero de 2015 llegó la aprobación, la inclusión en el primer listado de operadores de drones, y desde entonces hasta ahora, todo un recorrido de seis años donde hemos podido ver cómo evolucionaba el sector y cómo poco a poco, los clientes llamaban y se ponían en contacto con nosotros, y aquí estamos. Justo terminando un trabajo de revisión de una planta solar de 110MW con nuestro dron y cámara térmica especializados. Una muestra de cómo desde aquellos primeros días hasta ahora, hemos ido creciendo siempre de la mano de nuestros clientes, y con el mejor valor de todos, su confianza. Gracias por hacer posible que sigamos volando juntos.
